viernes, 22 de octubre de 2010

CIEN AÑOS DE TU VOZ

A Miguel Hernández en el centenario

De su nacimiento

Cien espigas de ausencia en tu mirada,

cien silencios de mar bajo tu muerte,

cien sombras en tu piel para saberte

pájaro azul prendido en la alborada.

La tierra, como zarpa enamorada,

te arrebató del mar para tenerte,

y vienen del olvido, para verte,

gritos de amor sobre tu piel callada.

En la tierra se escucha tu alma herida

como el clamor del viento en la mañana

o el aire de tu ausencia arrepentida.

Como un silencio alado de campana

te floreció la tierra agradecida

cien trigales de luz en tu besana.