Se desmayo la tarde
en la leve caricia
de tus manos.
y el silencio
era un canto azul
en la luz de tus ojos
que habitaban
la solitaria luz de otro paisaje;
el tacto de tu piel
en el recuerdo
y el eco de tu voz
en mi urgente tristeza
eran huellas calladas en la arena
de un desierto de amor,
borradas por el viento del olvido.
Es realmente hermoso pasear por tan lindo espacio lleno de amor, ternura ....
ResponderEliminarUn besito Rosa
Gracias Rosa, otro para ti. Espero que te encuentres bien.
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