Dicen que por comprar lo que no debe
y hacer con pasta ajena un vil
chanchullo,
sacando beneficio del barullo
y arriesgando los cuartos de la
plebe,
a un banquero, un osado juez se
atreve
a poner de patitas en el trullo
y asi indagar la trama del
cambullo,
y el fondo del delito se
compruebe.
Mas el juez le propone una
alianza:
si quiere libertad, pagar le
ordena
dos millones y medio de fianza. .
Pronto paga el banquero la “condena”
y a casita regresa sin tardanza,
que el que paga se libra de la
trena.
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