
El hijo aquel, que se quedo en la nada
y en mi sueño una noche en que dormi contigo.
El hijo aquel, hoy ha venido a verme,
habitando mis manos con su cuerpo,
mis labios con su piel amanecida
y hasta mi corazón con su sonrisa.
El hijo aquel que se quedo en la nada,
hoy viene hacia mis brazos
por el pasillo azul
de la casa y el sueño
donde tu y yo dormimos.
El hijo aquel, semilla del olvido,
hoy germina y florece
en el jardin de amor
donde soñamos juntos cada noche.
Y en la mañana, cuando nace el dia,
mis ojos volveran a preguntarte
¿Donde esta el hijo,
donde esta la sonrisa del hijo,
la alegria del hijo
y su afan de vivir en mi esperanza?
y tu como quien pasa la pagina de un libro
mi diras mientras callas
una lagrima gris en la mirada:
El hijo aquel se nos quedó en la nada,
dormido bajo el sueño de una tarde.