EL LLANTO DEL TORO

Tengo escrita la muerte en el costado,
y una llaga de luto y amargura
bajo el bramido fiel de mi bravura,
a silencio y a sombra condenado.

Tengo roto el latido enamorado
y abierto el corazón hacia la altura,
y un paisaje de sangre y calentura
en mi espalda de amor y de pecado.

Y asi me voy callando mi agonía,
y asi muere la tarde, deshojada
en mi noche de piel, sin nuevo dia

Y asi, bramando sangre desolada,
me voy quedando solo en la porfía
de morir bajo el filo de una espada.

Cruz Diaz Marcos.

SOLILOQUIO DE AMOR

… y ahora no se que hacer para que tu me quieras

Y tampoco se la forma de conquistarte,

Solo se que ya voy descubriendo

Que te quiero de veras

Y que no sabria andar el camino sin ti,

Dame una pista, un gesto, una caricia,

Una sonrisa, una mirada antigua de tus ojos,

Para saber que puedo, tal vez,

Encontrar tu deseo en mi piel, que te espera,

A veces en silencio…

SOLO QUEDA LA TIERRA

Despues del desamparo

solo queda la tierra,

generosa, extendida,

abierta para el surco,

para el trigo y el pan.

Solo queda la tierra,

donde pisaron antes

los que ahora la alimentan

con su muerte de siglos.

Solo queda la tierra

para ver la verdad

del sudor y del gozo.

Solo queda la tierra

como madre que espera

a que vuelvan los hijos

prodigos de la nada,

vestidos de abandono:

por que al final de todo

solo queda la tierra

para encontrar la vida.

HABITANDO EL SILENCIO

Se me escapó la tarde
entre el silencio de las manos
y la noche me abraza
como un perro que muerde
mi vieja soledad.
Que caricia este sueño
que ahora empieza
a nacerme de nuevo
en tu mirada,
como una nueva estrella
en el cielo que habita
tu antigua indiferencia.
Lo intentaré de nuevo;
tal vez en algun sueño
encontraré la luz
que busca mi esperanza.
Y mientras tanto,
una vez mas te espero,
habitando otra noche
en el total silencio
de la sombra.