jueves, 27 de octubre de 2011

OTOÑO



Todo es otoño en la mañana de octubre, hasta esa luz timida del sol que se abre paso entre las espesas nubes.
Una abundante y fina lluvia, riega, generosa, los campos y espejea de plata las calles del pueblo.
En los tejados húmedos, trinos azules acarician la brisa suave y fresca del otoño.
Paisaje silencioso, envuelto en el velo suave de la lluvia.
Suena la campana del reloj de la torre. Una mujer vestida de oscuro y algo encorbada, cruza, despacio, la calle y dice, "Es la una", y se acerca a callar su secreta esperanza en el ule de la mesa-camilla.
Cuando el otoño vuelve, la hojas del ayer alfombran los prados del recuerdo y los rincones de siempre son ecos silenciosos del pasado.

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