miércoles, 6 de mayo de 2009

EL DINERO DEL MUNDO TIENE UN DUEÑO



El dinero del mundo tiene un dueño
La riqueza del mundo tiene un dueño,
un dueño como fiera escondida en la selva
de la avaricia y de la indiferencia.

Te equivocas la vida si solo tienes eso, dinero y egoismo.
si no respiras el aroma de lo humilde,
si no sientes el aire cálido de la pobreza de los pobres del mundo.

Te equivocas la vida si no siembras palabras
como espigas de pan en la tierra del olvido.

Alli seras feliz, desnudo de lujos y riquezas,
con el tacto apacible de lo pobre
con la voz derramada como sangre y caricia
sobre la piel reseca de los necesitados.

Alli veras la luz de la sonrisa, sin que la cubra el velo
falso de la hipocresia.
Veras la transparencia de las almas abiertas,
de los niños que piden ya mas que pan un beso,
una caricia, un abrazo de madre
y un hilo de esperanza
para permanecer, al cabo de la tarde,
feliz en su pobreza.

4 comentarios:

  1. Precioso.
    Ellos necesitan muy poco para ser feliz, ver la sonrisa de un niño, eso es algo maravilloso que se nos queda clavado en el alma
    Un besito Rosario

    ResponderEliminar
  2. Gracias Rosa.

    Tiene razon, la sencillez encierra felicidad.

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Cuanto peor es la pobreza humana, que la pobreza económica y material.

    Un beso, un abrazo, una atención, una dedicación, una constancia de sentirse acompañados, de sentirse valorados y queridos, el dinero es un medio, no la razón principal, podemos hacer trueque con cuanto tenemos por escaso que esto sea, pero no podemos hacer trueque con los sentimiento y con ninguna vida de ninguna personas, el ser es el bien más preciado que cualquiera de nosotros poseemos y tenemos.

    Un abrazote y preciosa entrada.

    ResponderEliminar
  4. Hola Ruth.

    Aquellos que necesitan afecto y cariño necesitan muy poco para ser felices. Los que lo tienen todo, hasta el dinero, se alejan de lo verdaderamente importante: el amor.

    Un abrazo amiga. Tengo ganas de ir algun dia por Jaraiz para verte y charlar un rato contigo.

    ResponderEliminar