En una sociedad como la
actual, basada en elementos de poder, la mayor parte de la información esta
manipulada. Los intereses económicos y políticos, se adueñan, en primer lugar,
de los medios de comunicación social o de la parte de esos medios que le
permite la guerra de intereses y los usan en su propio beneficio. De esta forma
manipulan a la sociedad que, engañada y atrapada en esa red de intereses,
participa también activamente en este tinglado de la moderna farsa.
Periódicos, radio,
televisión, redes sociales, todo es un escaparate de la mentira. En una
sociedad democrática, donde, se supone que la información debe ser veraz y
neutral, resulta que todos los medios de comunicación actuales, se hallan de
una u otra forma al servicio de los diferentes poderes mediáticos. El
ciudadano, hoy por hoy, no recibe en absoluto esa información veraz y neutral,
alejada de toda influencia política, económica, religiosa, etc, que una sociedad,
auténticamente democrática, debería tener por norma.
Cada medio de comunicación expone
cada una de las noticias en base a los intereses del poder al que sirven. En
este sociedad, del consumismo, parece ser que el dinero lo compra todo, hasta
la propia dignidad.
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